En Kinderbull somos conscientes de la importancia de criar exclusivamente con ejemplares libres de posibles enfermedades genéticas. Por ello, trabajamos con varios laboratorios y asociaciones para el diagnóstico de nuestros ejemplares, ofreciendo así a los futuros propietarios de nuestros cachorros, la garantía de que no van a manifestar ciertos problemas o enfermedades que pueden ser muy molestos, con un alto gasto en veterinarios o incluso poner en riesgo la vida del animal.
A continuación, vamos a hacer una breve exposición sobre estas cuestiones que influyen en la salud de nuestros animales.
Es habitual que cuando miramos un cachorro o un perro adulto, nos fijemos en las cualidades físicas que tiene: si es grande o pequeño, el color del manto, las orejas, la morfología, el movimiento... todo cualidades externas; y en muy pocas ocasiones, nos paramos a pensar el porqué de las mismas. Esto que vemos cuando observamos un perro es lo que se denomina fenotipo, que viene a ser la manifestación externa del genotipo o genética del perro.
Podemos encontrarnos progenitores que, siendo excelentes exponentes del estándar de la raza, no han transmitido a su descendencia esas cualidades físicas que muestran. Aquí, entra en juego el genotipo, que es la constitución genética de cada individuo o el código genético que se encuentra detrás de cada rasgo.
Entendemos por gen, la unidad hereditaria mínima que se traspasa de padres a hijos y se encuentran en los cromosomas y forman cadenas, denominadas ADN. Los genes determinan los rasgos o características, tales como los ojos, la piel, el color del pelo, el tamaño, la forma de la cabeza, el movimiento... pero también determinan la predisposición de un ejemplar a padecer ciertas enfermedades genéticas. Cada gen se compone de dos alelos: uno viene de la madre y otro del padre. Éstos pueden ser de 2 tipos:
Cuando un alelo dominante está emparejado con un alelo recesivo, el alelo dominante determina la característica. Hay que tener en cuenta que la herencia genética es compleja y no siempre puede ser explicada de una manera sencilla.
Poniendo por ejemplo, el color de los ojos. El alelo para ojos marrones (B) es dominante y el alelo para ojos azules (b) es recesivo:
Algunas preguntas:
Las características que se transmiten o el parecido entre reproductores e hijos, es lo que llamamos herencia. Ésta puede ser de 2 tipos:
Cuando hablamos de medio ambiente, existen diversos rasgos ambientales por los que se pueden ver influenciado el fenotipo en aquellas herencias poligénicas:
Ahora vamos a hacer un pequeño resumen de los porcentajes aproximados de heredabilidad de cada carácter en el fenotipo del perro. El porcentaje restante hasta el 100%, sería el porcentaje en el que influye el medio ambiente en cada uno de ellos.
Si anteriormente hemos estado hablando de características más o menos físicas o de comportamiento que se transmiten de padres a hijos; lo mismo sucede con las enfermedades de transmisión genética.
No todos los defectos con los que nace un cachorro son debidos a cuestiones genéticas. Factores como bacterias en los progenitores, una mala nutrición de la madre gestante, la administración de ciertos antibióticos, la realización de pruebas de RX en etapas tempranas de la gestación... pueden provocar defectos congénitos en los cachorros.
El problema viene por los defectos que se manifiestan en los cachorros por la utilización en el proceso de cría de ejemplares con enfermedades escondidas (o no tan escondidas) en su carga genética, los denominados defectos genéticos.
Por esto, es por lo que, aunque realizamos exámenes veterinarios en los que examinamos el fenotipo de nuestros reproductores, también trabajamos con varios laboratorios que nos ayudan en analizar la carga genética de los mismos y así reproducir con ejemplares libres de enfermedades genéticas.
Además de analizar el día a día de nuestros ejemplares (comportamiento, temperamento, nutrición, tolerancia al ejercicio...) realizamos dos tipos de pruebas:
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